Nos volvemos a quedar sin tren

El Gobierno de Madrid (pSSoe) vuelve a cargar tintas contra Salamanca. Los socialistas (no, me corrijo, pseudosocialistas) nos quitaron el tren a Barca d'Alva, el tren a Zamora y a Béjar, ahora esos mismos pseudosocialistas nos quieren eliminar el único tren diario que conecta Salamanca con Bilbao, y desde hoy mismo sabemos que Zapatero y sus secuaces (entre ellos dos leoneses, atención, uno de la ciudad de León y otro de Béjar) dejan a Salamanca fuera de las conexiones rápidas con Portugal y Madrid.

Si usted decide viajar desde Madrid hasta Oporto lo tendrá que hacer por Vigo. Sí, ha escuchado bien, por Vigo. Estos sinvergüenzas (y utilizo este término por no usar el calificativo que en realidad se merecen) habrán pactado seguramente con los bloqueiros del BNG que "para ir dende Madrid ao Porto pasen os viaxeiros por Galiza", aun sabiendo que, desde un punto de vista de las infraestructuras ibéricas, su postura es ilógica. Pero les da lo mismo.

Y saben que nadie va a defender a Salamanca, los que menos los políticos de Castilla-Valladolid, que, como sabemos, ponen todos los medios que tienen a su alcance para impedir que Salamanca progrese (sí, eso significaría que Valladolid perdería su posición actual de maestra de llaves en esta inventada y absurda Comunidad Autónoma).

Pues nada, que se nos ha abierto otro frente, el galego-portugués, o como dicen en mi pueblo, "gallegus y pertueses, las mesmas reses".

La gente se empieza a mover contra el Cementerio Nuclear

Como sabemos, la Junta de Valladolid tienen nuestra provincia en mente para instalar un cementerio nuclear (yo desde aquí, propongo que se instale debajo de la sede de las Cortes de Valladolid, en la bodega, junto a los vinos de Ribera). La gente ya se está empezando a mover.

En YouTube encontré este video, "Arribes No Nuclear". No tiene desperdicio y expone claramente lo que muchos salmantinos opinamos del tema.

Nuestras zonas rurales, un mundo mágico

Me ha llegado al alma el último libro de nuestro paisano Antonio Colinas, "Leyendo en las piedras", una recopilación de 10 relatos sobre un territorio imaginario, "Petavonium", que encarna el mundo rural leonés. Los relatos hablan de las zonas del oeste de León, de Zamora y de Salamanca, y fue presentado en Salamanca por el poeta salmantino José Luís Puerto.

En mi opinión, este libro e una llamada de atención sobre el mundo rural que no está visto o no quiere ser visto desde una óptica nuestra, sino que normalmente se le trata como algo "paleto", que debe dejar paso al rodillo colonizador de Valladolid.

La profusión de simbología celta y leonesa nos recuerda nuestras raíces, nuestra identidad, y apela al orgullo que hemos de sentir al afirmar "soy de aquí", del noroeste, del País Leonés, de Salamanca.

En fin, una genialidad.

Antonio Colinas: "Leyendo en las piedras". Ediciones Siruela.

¿Suelta la Junta de Valladolid lobos para fomentar la despoblación en Salamanca?

Esta pregunta en un principio tan descabellada no lo es tanto cuando analizamos los hechos. Como todos sabemos, desde hace unos dos meses se vienen repitiendo los ataques de lobos a ganado en El Abandengo y en Duero Central (ambas zonas en Las Arribes): hasta el momento se contabilizan más de 350 cabezas de ganado presas del lobo.

Esta zona fue convertida, contra la voluntad popular (todo sea dicho), en un Parque Natural la década pasada. Y es cierto que el lobo era un animal que se dejaba ver por esos lares. Se dejaba ver, pero desde hacía mucho tiempo no era endémico. Bajaba en época de escasez de alimento de Zamora o de Portugal, cometía sus fechorías y se volvía a subir. Es decir, el lobo actuaba como un regulador del ecosistema, y como tal contribuía a equilibrar el orden natural de las cosas.

Ahora, sin embargo, el lobo se está reproduciendo en Las Arribes. Se han encontrado pruebas de esto, "p'ehí pa la Malgarrida", me dijo este fin de semana un paisano de Hinojosa refiriéndose a unas tierras del término de este pueblo. Yo me pregunto, ¿cómo es posible que de repente el lobo empiece a reproducirse en Salamanca? Vuelvo a repetir que no es desde hace mucho tiempo un animal endémico, y que la bajada de lobos no traía consigo el transvase de poblaciones de lobos. La única explicación que se me ocurre y que también está en la mente de nuestra gente es la siguiente: la Junta de Valladolid ha introducido el lobo en el Parque Natural sin preocuparse de realizar estudios previos que hubieran demostrado que no es posible su supervivencia en libertad, a no ser que se alimenten de animales domesticados como ovejas o cabras. Si esto fuera así estaríamos ante una grave responsabilidad ecológica y económica, pues las pérdidas que ocasionan a los pastores de la zona no son precisamente exiguas. Díganselo al ganadero que perdió 150 ovejas en una noche en un pueblo vecino a Hinojosa.

Pero hay más. Permítanme expresar mi sospecha de que la Junta lo que realmente quiere es fomentar la despoblación a fuerza de arruinar a los pastores de la zona, pues el pastoreo y la venta de leche es, junto al incipiente turismo y a la industria quesera (relacionada con la primera) la única actividad medianamente rentable que le queda a esta deprimida comarca salmantina. pero, ¿con qué objetivo iba el gobierno de Valladolid a querer despoblar la zona? A este pregunta la respuesta es obvia: cierto consejero ofreció Castilla y León como territorio de acogida de un almacén de residuos nucleares, pensando en Salamanca y Zamora. Y Las Arribes, Sayago o Aliste se prestarían por su morfología granítica a acoger lo que en voz popular se denomina cementerio nuclear. Y cuanta menos gente tenga una comarca, menores serán las protestas cuando la Junta dé a conocer el paredero del cementerio nuclear. Claro y alto: los lobos y el cementerio nuclear pueden estar relacionados.

Dios nos coja confesados.

Orestes Bazo contra la libertad del periodista

Esta mañana, oyendo la radio, o mejor dicho haciendo záping radiofónico, recalé en las noticias locales de la Cadena Cope. Nada voy a decir sobre esta cadena, sólo que es buena la libertad de expresión y la pluralidad informativa.

Sin embargo, las actitudes de determinados locutores que dicen quejarse de la falta de libertades reinante en el Estado Español (algo que en mi opinión es cierto, pero obviamente debido a otros criterios a los que aludiría estos, seamos benévolos, "periodistas"), son insufribles cuando se trata de censurar a otros periodistas que no comparten del todo sus tesis políticas.

El locutor de la Cope Orestes Bazo, un peso pesado de la radio salmantina y conocido por su ferocidad en la defensa de sus criterios y su cercanía al alcalde de la capital, critica las portadas de algún diario salmantino. Parece que en esta provincia nadie tiene derecho a expresar una opinión distinta a la del señor Orestes. Ése, obviamente, no es el camino, y Orestes se tendría que replantear muchas cosas de su vida laboral: su servilismo a Lanzarote, sus negativa a informar sobre el tercer partido más importante de Salamanca, su actitud de lacayismo frente a los políticos del PP de Valladolid y su antisalmantinismo en lo cultural y lo lingüístico.

Orestes podrá criticar despiadadamente a quien le dé la gana, pero yo también podré hacerlo a él y a quien quiera, aunque para mi desgracia mi crítica no llegue ni a un 0,1 por ciento de la población salmantina. Si fuera yo el periodista atacado, no dejaría pasar ninguna oportunidad para recordarle a Orestes su sectarismo. Ahí quede mi crítica y mi denuncia.

El problema de la vivienda en Salamanca. Un problema de todos.

A pesar de que Salamanca sea una de las provincias con menor renta percápita (recordemos que los salmantinos vivimos casi un 20 por ciento peor que los vallisoletanos y 30 por ciento peor que los burgaleses), el precio de a vivienda en Salamanca es el mayor de toda "Castilla y León". El informe ‘Pasado, presente y futuro de la vivienda en Castilla y León’, elaborado por Cohispania, sociedad de tasación y valoración, prevee que el precio de la vivienda registre un incremento del 8,98% al finalizar este ejercicio. El mayor incremento se producirá, curiosa y trágicamente, en la localidad salmantina que más ha sufrido la pésima política económica de la Junta, Béjar.

No es de recibo que el salmantino medio en edad de comprarse una vivienda y que en el mejor de los casos pertenece a lo que ya podemos denominar clase social mileurista (es decir, media-baja), se vea obligado a hipotecar no ya su sueldo, sino su vida para poder acceder a una vivienda. Es una vergüenza. Una locura. Y eso que el gobierno central de Madrid y el gobierno de Valladolid deberían garantizarnos el derecho a la vivienda. Deberían. Porque lo que realmente hacen es ponernos trabas, insultarnos a nuestra cara hablando de ahorro, de que la economía va bien (corio, pues que me paguen 1500 en lugar de los 1000 euros después de 12 años de estudios universitarios, tesinas, másteres y demás historias).

No sé hasta cuánto podemos aguantar este situación de locura. Quizá la mejor opción sea irse de este país que tan poco ofrece a sus jóvenes, los más preparados de toda su historia y los peores pagados.

Curso de lengua leonesa en Salamanca Capital

Qué mejor forma de comenzar con este blog que con una noticia sobre la realidad de LA OTRA SALAMANCA, la Salamanca rural, la Salamanca enjebre, castiza: ya se está dando un curso de leonés, la lengua tradicional de Salamanca y la gran olvidada y menospreciada dentro del amplio bagaje cultural charro.

La Asociación de Defensa del Leonés de Salamanca organiza un cursu de lengua leonesa en la capital. El cursu tendrá lugar de 20 a 21 horas en el Centro Cultural Miraltormes (al lado del Parque Picaso), siendo gratuito y de asistencia libre.

Ya era hora de que alguien se decidiera a organizar unos cursos de la lengua tradicional de Salamanca, tan maltratada a lo largo de la historia. Sobre todo lo que somos del occidente salmantino sabemos lo que significa que le llamen a uno "paleto" por terminar las palabras en "u" ("perru", "farinatu") o en "i" ("esti", "verdi"). Esperemos que se extiendan en un futuro a la provincia, que los organizadores obtengan ayuda institucional y que vayan a la comarca de Vitigudino y de Ciudad Rodrigo a dar cursos o cursillos, pues es ahí donde todavía se conserva la lengua leonesa en Salamanca.